jueves, 21 de mayo de 2015

A puro punk rock en la Confitería de la Estación

El sábado 16 se vivió una jornada intensa en la Confitería de la Estación Sud. Bajo la organización de Víktor Mansilla y la transmisión en vivo de Vortertix Bahía (99.1 MHz), se realizó la segunda edición de la Feria del Libro Punk. Este evento tiene como finalidad acercar a la gente a las expresiones artísticas punks y no tan punks, a la vez que se propaga la cultura punk instalada en varias generaciones de bahienses.  
En su segundo año consecutivo, se amplió la cantidad de feriantes, expositores y bandas. 
El túnel. Una futura galería de arte.
Si bien estaba estipulado que la feria comenzara a las 16, lo cierto es que a esa hora sólo había algunos puestos armados. La movida general arrancó llegadas las 17, hora en que la gente empezó a llegar al lugar. Y, desde ese momento, la estación no dejó de recibir a curiosos que se sentían llamados por el sonido de las bandas o por el movimiento inusual. 

Los chicos de Circo Japonés cuelgan su bandera detrás de donde se dispuso la batería y el resto de los instrumentos. Minutos después, terminan de ultimar detalles y afinar cuerdas para poder arrancar. De fondo, suena Blitzkrieg Bop versionado a un estilo más country rocanrolero, seguido de I wanna be sedated, este sí interpretado por los Ramones. Se lo ve a Víktor desde temprano (y hasta el final del día) caminando a pasos largos por toda la estación. 
La musicalización, sin ánimos de desmerecer, fue algo monótona. Varios de los éxitos comerciales de The Ramones sonaron, incluso, hasta dos veces cada uno. Luego, vendrían nacionales como Flema o 2 Minutos.

Grandes y chicos disfrutaron de la feria.
Algunos autos que circulan por Avenida Cerri dirigen rápidamente su mirada a la estación. Evidentemente, se nota que está pasando algo e incluso la presencia de varias personas que concurrieron a la feria lo hicieron no por enterarse del evento, sino por la casualidad de pasar por el lugar y notar que algo sucedía allí. 
De a poco, los feriantes y artistas expositores van llegando y colgando sus trabajos en el túnel que está al lado de la boletería, o disponiendo en las mesas sus artesanías, discos, libros, bolsos. En el túnel expone sus dibujos Jules Botella y Lola Domenech junto a César Romero y Sebastián Palacios muestran sus fotos, reflejo del punk en la ciudad. En la superficie, se encuentran feriando Kumelen Newen Mapu, Tinga Disain, La Masmédula Libros, Plan Nueve Distro, Vox Ediciones y Kachivache Bolsos.

A las 17:45 se hace la apertura formal de la feria. Con la presentación de Víktor, se adueñan del micrófono por turnos los lectores Milton López y Marcelo Díaz (en reemplazo de Omar Chauvié). Luego de un pequeño intervalo, continúan las mujeres pertenecientes a Kumelen Newen Mapu con un comunicado cargado de nostalgia y de la historia de lucha de los pueblos originarios, repudiando la represión de aquell 19 de mayo. Las sigue Diego Rosake, de La Masmédula Libros, luego de quien se produce otra pausa. 
Las actividades se retoman a las 18:28, hora en que Sebastián Duarte presenta al público su libro "La constitución travesti". Es un libro con el que intenta "reflejar el caretaje social". Se refiere a las chicas travestis diciendo que viven una situación muy compleja y añade algunos datos: "La edad promedio de una travesti es de 30 años y la mortandad está dada por los suicidios". Posteriormente, lee un fragmento del libro en el que describe a "la bombillera", una de las protagonistas de la historia, y cierra su intervención expresando "mi idea es la concientización por sobre todas las cosas". 

Nueve minutos de intervención le dan paso a Circo Japonés, trío que interpreta instrumentales de su autoría. Temas como "El sheriff" rememoran el rock de los 60s/70s. Sonaron en la tarde-noche algunos otros propios como "Locomotora", "El mexicano" y "Alita de mosca". Definitivamente tienen un sonido que los caracteriza. 
Circo Japonés, manos a la obra.
Después de ellos, quince minutos pasados de las 15, vuelve a hablar Sebastián Duarte, esta vez en una entrevista en vivo para Vorterix, en la que añadió a lo ya dicho para el público que en su libro narra "las vivencias de las travestis del barrio de Constitución en Buenos Aires" y que decidió asumir el rol de contar lo que pasa en la vida de las travestis.

19:25. Hora de "Malevo". Un cuarteto que le dio a la noche una dosis de punk argento. Interpretan canciones que hablan de la vida en los barrios, las mujeres y la infaltable cerveza, a la que le dedican un tema completo: "Bendita perra". 
Apenas dos minutos más tarde de las 20:15 intervino el micrófono Emilio Orbe con "realismo sucio inspirado en [Charles] Bukowski". Y llegadas las 20:30, se presentó "13 puñaladas", grupo de puntaltenses que interpretan punk rock y tienen su primer trabajo discográfico disponible para descargar en forma gratuita en Bandcamp. 
Las bandas que se encargaron del cierre de la jornada punk fueron Flancko, de la cual Víktor Mansilla es el cantante, y Calakas, de Capital Federal, cuarteto de punk rock con agenda muy activa en el escenario under porteño.

Ocho horas de organización y gestión no fueron en vano. Incluso después de terminado el evento la gente seguía recorriendo el lugar. El vocalista de Serebrios y Flancko no deja de correr de acá para allá, esta vez, para desmontar todo el equipo dispuesto para la feria. Sin embargo, se toma unos minutos y conversamos sobre sus expectativas, aprendizajes y proyectos a futuro. 
Si hay algo particular en Víktor Mansilla es que lo sentís como amigo desde la primera palabra que intercambiás. Y lo que no tiene de filtro, sí lo tiene en ganas de hacer cosas por y para el resto. Un tipo que vive de ser y hacer feliz. Quedan pocos así, y en las líneas que siguen, hablamos con uno de ellos. 

-¿Cuál es el objetivo que tiene esta Feria del Libro Punk, siendo que ya es la segunda vez que se realiza en la ciudad?
-Víktor Mansilla: Bueno, vos bien lo dijiste. Es la segunda feria, así que somos reincidentes. En la jerga policial, seríamos reincidentes. Creo que la idea o el principio de que todo esto se inicie es el hecho de que más gente empieza a leer más. Encaro mucho al público punk que siempre viene: muy cabeza, escabia mucho. Y, ¿qué mejor que puedan leer? De 13 años para atrás, hay muchísima literatura punk. Lo bueno fue convocar a Sebastián Duarte, a Max Vadalá... Max es uno de los valuartes más importantes en nuestro país. Ha hecho fanzines desde finales de los ochenta y a partir de ahí no paró de luchar. Me pareció que él era uno de los principales indicadores que podía estar en esta feria. Y Sebastián Duarte es la tercera vez que está compartiendo con nosotros en nuestra ciudad. La idea es eso: sacar a más gente del alcohol y que empiece a leer más. Hay muchos títulos, cosas que pueden leer. Acercarse a la lectura. Es bueno gastar la plata en algo valedero y no en algo superfluo, que se va. Una alegría de tomar una cerveza está bárbaro, pero esa misma alegría la podés invertir en un libro. Un libro es enriquecedor y está lindo ir al baño y leerlo, o en cualquier lado. Yo digo el baño porque soy partidario de que me queden las nalgas medio violáceas de tanto estar sentado en el inodoro leyendo. Creo que es mi lugar y se lo inculco a mis hijos como un lugar o espacio en donde ellos puedan leer. Eso es importante, ya sea con cositas que ellos leen, como la revista Genios, como la revista Jardín. Esas cositas son muy lindas para inculcarle a los niños. Y lo que hago para mis hijos, lo hago para el resto de la población. Esto me lo puse al hombro yo solo. El año pasado me agarró la lluvia. 10 de mayo del 2014. Primera Feria del Libro Punk. Y vino gente igual. Este año, creo que el Señor me bendijo, porque habrá dicho "El año pasado te la mandaste en colores" y este año me dio la satisfacción de que todo esto esté pasando. Estoy muy contento. Espero que la tercera feria sea lo mismo o más masivo aún. Había mucha gente y sigue estando todavía. No lo puedo creer. No sé si es el poder de convocatoria mío o de una feria y de un montón de bandas amigas, que tienen un poder de atracción de gente. La verdad que no sé qué es, pero sea lo que fuese, estoy muy feliz de que esto pase y con que de todas estas personas, dos se hayan comprado 3 o 4 libros, mi objetivo está cumplido.
Dibujos por Jules Botella.

-¿Qué cosas aprendiste entre la feria del año pasado y ésta? ¿Qué expectativas tenés para la del año que viene? 
-V.M.: Creo que todos los errores que tuve el año pasado no son los mismos que los que tuve este año. Traté de ir puliendo cosas que en la primer edición no tuve presentes. Este año dije "Si los horarios tengo que cumplirlos, los voy a cumplir". El año pasado estaba todo muy en el aire y este año hay mucho más profesionalismo. Yo no tengo equipo, mi equipo soy yo. Es muy jodido ponerte algo al hombro que no sabés a dónde te va a llevar. Y está bueno.

-¿Qué sentimientos te deja ser el organizador de todo esto, ver lo bien que funciona y el cambio logrado de una feria a otra? 
-V.M.: Alegría. Como decía El Otro Yo: "Alegríííaaa". Muy contento de que esto pase. Más por las bandas, porque acá nadie cobra un peso, y yo tampoco. De esto, lo único que pude hacer es un 50 y 50 con la barra y nada más. Todos los feriantes y las bandas vinieron de onda. Es muy difícil hacerlo. Es sentarse atrás de una computadora y empezar a convocar gente. Agarrar un teléfono y empezar a llamar gente. Lo más loco de todo es que a veces tenés que acercarte a ellos. A veces yo hablo con alguien que me dice "Venite a casa y vamos a tomar una cerveza, una coca, y charlamos" . Y tenés que ir a la casa. Tenés que enfrentarte a esa gente, comentarles. Como me pasó con Kumelen Newen Mapu. Fue algo re lindo. Hay un cartel afuera de la estación que dice que gracias a la "campaña al desierto" había podido llegar el primer tren. Era algo totalmente nefasto, así que los convoqué a ellos para que hicieran una intervención con ese cartel y además participaran en todo sentido, con sus artesanías. ¿A qué voy con esto? A que la Feria del Libro Punk se abre. No necesariamente tiene que haber gente punk. El punk se lleva en el corazón y todos somos punks. Todos tenemos nuestro día de furia y podemos decir cualquier cosa. Todos podemos ser nihilistas, todos podemos ser anarquistas, a pesar de que vivamos en un mundo sistemático de capitalismo, podemos llegar a ser anarquistas. Es muy lindo lo que está pasando. Lo que se reflejó hoy y el año pasado. Cada año se va a ir sumando un granito de arena y el aporte de mucha gente. Hoy abrimos una galería y se abrió una puerta para que de aquí en adelante se abra este túnel que está al lado de la boletería de la estación de trenes y se genere una galería de arte. Que mucha gente pueda compartir, que la ciudad entera pueda compartir la alegría que me da esto. Que la gente venga y compre libros, consuma, se lleve discos. Me parece que toda la vida soñé con esto. Toda la vida pensé en hacer algo para la gente. Y lograrlo, es lo más maravilloso que puede sentir el ser humano.

-¿Por qué está bueno resaltar el carácter punk de la feria? 
Fotos por Lola Domenech.
-V.M.: A eso quería llegar. La Feria del Libro Punk no necesariamente tiene que tener la cresta, la campera de cuero, o los borcegos con tachas. Este año me di cuenta de que la feria se podía abrir. Que punk es cualquiera. La gente mapuche es gente de nuestra tierra. Cuando hablé con ellos y me enfrenté a todos, sentí que tenía la cara como un cascote. Todos me estaban mirando. Después me enteré de que todos me conocían. Y dije, "¡Qué loco esto, que me conozca toda la gente!". Soy un tipo que anda en la calle, ando en una bicicleta, trato de ser feliz y de hacer feliz a más personas. Nunca me agrando. Todo lo que hago, lo hago con el mayor de los esfuerzos y los logros que tengo son bien merecidos. Me di cuenta hoy, ahora que estoy hablando con vos, de que tengo un equipo. Antes no lo tenía. Hoy se abrió una puerta con Kumelen Newen Mapu o con gente que vino y me preguntó si podía participar en la próxima feria. Sebastián Duarte es la tercera vez que me acompaña. Max Vadalá quedó enloquecido con esto y nunca había pisado Bahía Blanca. Me dijo: "Esto es increíble. No sé si vendí mucho o poco, pero esto tiene mucho valor para vos y para la gente. Me gustaría que me invites la próxima vez". Ahí ya me metió en el bolsillo. Los chicos de Calakas, que vinieron de Capital. Está bien, ellos tienen familia en Bahía Blanca, uno es hijo de uno del dúo humorístico "Los Mosquitos", está Bruno Molinari, que fue alumno mío de teatro. Me encontré con amigos que se fueron a Capital a estudiar y los llamé para que vinieran. Me dijeron que sí sin pedirme un peso. Eso tiene mucho valor. Ojalá algún día les pueda pagar, retribuir esto a las bandas. Al menos, un incentivo. Me cuesta un montón que [la feria] sea declarada de interés... municipal, no tanto. Pero sí de interés provincial. Pasé por el Ministerio de Cultura de la Nación con Teresa Parodi. Escribirle cartas, esperar a que me las aprueben... Y después, la gran alegría fue el aval de la Universidad. Ahí, me saco el sombrero. La gente de Humanidades... Ellos valoraron un montón todo este esfuerzo. Y creo que, a partir de hoy, se abre una nueva puerta para que yo pueda seguir haciendo la tercera, la cuarta, la quinta... Ojalá, Dios quiera que el año que viene se puedan hacer dos días y no uno solo. Es muy desgastante para mí. Me cuesta un perú. Pero es la alegría de compartir con todos. Me doy cuneta de que no sé si tengo muchos amigos. Tengo muchos conocidos, y eso es muy lindo. Ver que me saludan, se quieren sacar fotos conmigo... con la gente se genera una comunión muy linda. Estoy muy contento de que pase.

-¿Qué palabras usarías para describir los resultados de esta feria? 
-V.M.: Esfuerzo, dedicación, respeto. Creo que esas tres palabras serían parte de todo esto. Respeto, porque la gente respeta todo lo que uno, con mucho esfuerzo, genera. Creo que ahí está la base de todo. Muchos me preguntan por qué hago esto. En el mes de mayo es mi cumpleaños. Yo soy taurino y cumplo el 5 de mayo. Me parece que la primera vez que lo hice fue para hacerme una autofiesta. Después me di cuenta de que se abrió un parámetro muy grande en la ciudad, como es la Feria del Libro PunkEste año aposté a más y fue muy mediático. Ir a todos los programas de radio y televisión, trabajar con los diarios... A pesar de que uno tenga o no ideologías es salir a vender un producto netamente mío. Estoy muy contento. Tengo una banda que se llama Serebrios y hace 25 años que estoy. Y tengo una banda que se llama Flancko, con la que estoy hace 7 años. Toco de soporte, voy primero a los lugares donde todos se pelean por quién toca primero o quién toca último, no me importa nada. Tengo una banda muy grosa y tengo una banda muy under y no me importa nada. Si tengo que remarla desde abajo con una banda, le pongo toda la garra y el corazón. Me dicen: "¿Tenés 43 años y todavía sos punk?". ¡Sí! Soy punk y no necesariamente soy punk, porque escucho un montón de cosas. Me gusta el tango, el folclore, la música clásica, la cumbia y me hago cargo de todo. Me gusta el vino rosado y no me gusta el fútbol, y me gustan las novelas. Y me importa tres pelotas el qué dirán o que me juzguen. Soy así y así seguiré siendo. Manifestar algo que te gusta, que sentís con el corazón, es lo más lindo.

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