jueves, 17 de septiembre de 2015

La CCB frente al accionar de la Policía Local: "No tenemos miedo, y ellos lo que quieren es que tengamos miedo"

El pasado viernes 4 de septiembre se realizó una marcha en repudio a la violencia institucional por parte de la Policía Comunal de la que fueron víctimas miembros de la organización Cofradía Cannábica Bahiense (CCB). Dicha manifestación comenzó en el Parque de Mayo y terminó frente a la Municipalidad de Bahía Blanca, previa vuelta alrededor de la Plaza Rivadavia. Participaron en apoyo diversas agrupaciones de izquierda e independientes, con consignas referidas al autocultivo, la despenalización y el narcotráfico.


Alrededor de las 18, tres jóvenes fueron agresivamente aprehendidos mediante forcejeos, golpes y empujones durante una actividad pública que suele organizar la CCB. "Nosotros nos ponemos siempre en la Plaza Rivadavia con una mesa informativa. Repartimos folletos, regalamos semillas para promover el autocultivo, que es la única manera de combatir el narcotráfico. Tenemos manuales de cultivo, el manual del detenido, regalamos plantines", dice Cristian Fernández, miembro de la agrupación.

Sobre el conflicto, relata: "Vienen cuatro de la Policía local, les explico diez minutos qué es lo que hacemos, que repartimos folletos. Traté de mantener siempre la calma, nunca les falté el respeto. Es la única manera de socializar con la policía para no generar ningún tipo de inconveniente. De repente vienen dos sargentos más, se acercan más policías locales, 7 u 8 aproximadamente".



Uno de los objetivos de la agrupación es informar sobre los usos terapéuticos del cannabis. Es por eso que en cada actividad que realizan distribuyen productos derivados de la marihuana. La mesa informativa de aquel viernes no fue la excepción: "Nos encuentran semillas, que las regalamos, tenía 8 gramos de cannabis para consumo personal, goteros de uso medicinal y cremas. Eso lo hacemos a colaboración para que las personas puedan llevar su medicina. Es un hecho real que en Bahía Blanca hay millones de pacientes medicinales", señala Cristian.

Lo que ocurrió luego de abandonar la plaza fue igualmente repudiable: "Estuvimos 4 ó 5 horas presos, incomunicados, sin agua. Yo soy asmático, no me daban ni mi paff. A un compañero lo tuvieron más de media hora esposado porque no tenían la llave de los ganchos". La desorganización que se puso de manifiesto en la plaza tuvo continuidad en la comisaría, desde no tener la llave que abría una de las esposas hasta no recordar nombres y fechas, teniendo que borrar y sobreescribir los datos de los detenidos. "A Julián (uno de los detenidos) lo quiere revisar uno de civil y yo le digo que no lo puede revisar. Eso lo tiene que hacer un médico. No había un médico en el lugar. Le dije que conozco mis derechos y me contestó 'Cerrá el culo, vos sabés cómo es esto'".

Afuera de la comisaría, esperaban a los chicos alrededor de 40 personas entre las que se encontraban familiares, amigos, partidos políticos y un concejal. La repercusión se dio tanto a nivel local con el boca a boca como al resto del país gracias a las filmaciones de los hechos que se difundieron por las redes sociales. Filmaciones que, incluso, se han denunciado, eliminado y vuelto a subir.

"Estuvimos desde las 18:30 hasta las 9 del otro día en la comisaría primera. Después nos llevan a Fiscalía, donde estuvimos una hora, hora y media más. Fiscalía no quiso decir nada ni archivar nada, porque sabían que fue la policía la que había actuado de mala manera".

Cristian y sus compañeros saben que, pese al miedo que les ocasionó lo ocurrido, este no es el momento de bajar los brazos, sino de asentarse como organización y tomando presencia en el ámbito local. "Nuestra idea es seguir haciendo eventos. Después de tres años, se nos abre la posibilidad de tener un estatus legal como organización. Se nos abre la posibilidad de hacer un debate en el Honorable Concejo Deliberante. Empezamos a ver que hay cambios. Y hay que generarlos. Cuesta mucho, pero se puede".

 Audio completo de la entrevista a Cristian Fernández:

martes, 28 de julio de 2015

Sonidos celtas en el Municipal




Si hablamos de teletransportación, la música sigue anotando puntos contra la tecnología que aún sigue sin conseguirlo. Al menos, de la mano de armoniosos acordes, nuestras mentes se permiten vagar en universos antes desconocidos. Y todos los presentes en la noche del viernes 17 de julio en el Municipal no fueron la excepción, porque de la mano de los bahienses Triskel y los capitalinos de compañía Fiesta Noz pudieron situarse durante un repertorio de alrededor de dos horas a las orillas del Sena francés, o en una pequeña isla de Gran Bretaña. Es que la música celta es así: permite a uno viajar en el tiempo y el espacio, remontarse a paisajes místicos o, al menos, a una película a la cual estas agrupaciones sin ningún lugar a dudas, podrían componerle la banda sonora.
La nocturnidad dio paso en su inicio a Triskel, banda instrumental de fusión celta compuesta por Martín Jacob (violín), Natalia Calendino (voz, whistles, acordeón, bodhran), Axel Rubiolo (violoncello), Fernando Zubillaga (voz y guitarra) y Luciano Giqueaux (percusión). Además de la cualidad por excelencia de ser compositores de los temas que interpretan, estos asombran por pasar desde melodías cargadas de nostalgia a otras que nos ubican como los personajes principales de una historia de aventuras y peripecias.

QUINTETO. Triskel no necesita una gran orquesta para lograr
un sonido completo.
Pero las historias no se cuentan sólo desde lo instrumental. Los nombres son el punto de partida de cada relato musical. Después de la redundancia de "Sábado por la mañana" que representa, según palabras del guitarrista "todo lo que nos puede suceder un sábado por la mañana", nos topamos con "Puesta de sol con la flauta" (Sunset with the whistle), composición con la que logran dar vida a los paisajes más místicos.

Es destacable la comunión entre el acordeón y la percusión y cómo el grupo en su pequeña formación tiene la fuerza y la potencia de una gran orquesta, donde cada uno sigue el ritmo de su instrumento y lo hace llenar correctamente el espacio que le corresponde.

lunes, 22 de junio de 2015

"La fotografía cuenta más del fotógrafo que de lo que se está fotografiando"

Si nos ponemos a navegar por la web y googleamos a este artista bahiense, nos vamos a encontrar con notas, artículos y entrevistas que lo identifican como fotógrafo. Es que si bien se recibió de contador público y la fotografía no es su principal fuente de ingresos, es el arte que lo define en Bahía y alrededores. 
Enterrado. Para conseguir una buena imagen, hay que poner el cuerpo.
Como fotógrafo, se especializó en la fotografía paisajística, capturando aquellas escenas que el hombre aún no ha podido ultrajar: "El eje central de mi obra son los paisajes naturales. A partir de ahí, también hago fotografías de fauna o de flora, pero siempre integradas dentro de estos paisajes naturales. Siempre busco paisajes lo menos intervenidos por el hombre".

Su última exposición se realizó en el marco del Blackbird Jazz Festival, el pasado 16 de mayo, en Förum. Allí, se colgó la muestra fotográfica "Jazz on canvas", compuesta por fotografías de toma directa impresas sobre lienzos y acabadas con barniz. Minutos más tarde, se proyectó la segunda muestra de la noche, esta vez de fotos que integran la serie "Encuentros por la cornisa", de más de 400 imágenes de flora, fauna, paisajes diurnos y nocturnos. Esta proyección fue acompañada con la improvisación en teclado de Fernando Balestra, inspirado por las fotografías.